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ADICCIÓN A LOS VIDEOJUEGOS
TRASTORNO ADICTIVO A LOS VIDEOJUEGOS
La adicción a los videojuegos es el uso excesivo o compulsivo de videojuegos, lo que lleva a las personas afectadas a sufrir ansiedad, tolerancia y síndrome de abstinencia, y, un progresivo abandono de sus actividades cotidianas.
RECONOCIMIENTO DEL PROBLEMA
La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha incluido recientemente la adicción a los videojuegos en su apartado de desórdenes mentales (Clasificación Internacional de Enfermedades, CIE-11; 01-2022). Este hecho ha sido consecuencia directa, de la creciente preocupación social y el elevado número de casos de personas que ha visto todas las áreas de su vida cotidiana afectadas, llegando a anteponer los videojuegos a estudios y trabajos, tiempo de ocio, actividades sociales o incluso tareas de autocuidado diario (hábitos alimentarios, de higiene o de sueño).
LA INFLUENCIA DE INTERNET
Internet y las nuevas tecnologías (los videojuegos online) han significado un punto de inflexión, porque la actividad de juego en general ha transformado y sustituido las necesidades sociales y de pertenencia al grupo real por la interacción virtual. Cuando se estudian las consecuencias perjudiciales que puede propiciar el videojuego online, se ha señalado que ésta es una de las principales causas identificadas de abandono de estudios, surgiendo casos dramáticos en relación con el abuso o uso ininterrumpido.
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SÍNTOMAS
La sintomatología más común del videojuego problemático es:
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La focalización (jugar videojuegos se convierte en la actividad más importante en la vida de la persona y domina sus pensamientos).
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La modificación del estado de ánimo como consecuencia del juego intensivo.
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El aislamiento social (muchas veces enmascarado en la pertenencia al grupo virtual que comparte los videojuegos).
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Bajo rendimiento académico (abandono o sustitución de los tiempos dedicados al estudio).
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Etc.
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PROMOVER BUENOS HÁBITOS
Existe un componente de impulsividad en todas las adicciones comportamentales, que a menudo debemos entrenar para que actividades de ocio aparentemente inocuas, como jugar a los videojuegos, no acaben derivando en un problema. Establecer un control horario es importante, pero no debemos olvidarnos de seguir fomentando otras alternativas de ocio, o buenos hábitos sociales para que nuestra vida no se limite a nuestro avatar de juego.
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CAJAS BOTÍN, ¿PUENTE HACIA LA LUDOPATÍA?
La industria de los videojuegos está en constante evolución, atrás han quedado los videojuegos donde el jugador pagaba por una única experiencia de juego que podía repetir una y otra vez. La posibilidad de comprar expansiones, avatares o “cajas botín” han hecho que asociemos irremediablemente el videojuego al proceso de compra y al fenómeno de pagar para seguir avanzando, “pay to win”. Las cajas botín son cajas sorpresa virtuales que contienen nos ofrecen recompensas aleatorias (como armas, atuendos, habilidades especiales o monedas) que los jugadores pueden abrir únicamente completando tareas o pagando dinero real, y, donde las probabilidades de obtener objetos de juego valiosos aumentan cuanto más dinero paguemos por ellas, actuando de forma similar a los juegos de azar o de apuestas.
